De las instalaciones dedicadas al engorde intensivo de vacunos, llega a la ciudad un fuerte y desagradable olor que a la fecha no se ha podido comprobar a las luces de la opinión pública, si en el corto o mediano plazo traerá complicaciones en la salud de las personas.
Al silencio de las autoridades y funcionarios locales, a traves de las redes sociales vecinos tuvieron la iniciativa de autoconvocarse para pedir a sus gobernantes, la gestión de soluciones para remediar esta situación que en la temporada estival alcanza sus máximos picos.
A la primera convocatoria del sábado 3 de enero se podía contar con los dedos de la mano a los asistentes. En esta segunda oportunidad hubo algunos más pero no la cantidad de personas que debería concurrir a este tipo de reunión popular que solo reclama el derecho a vivir en un ambiente sano, tal como rezan algunos carteles de la protesta.
Lo insólito de esta historia, es que en las redes sociales se puede observar que a cada publicación pro convocatoria, aparecen más comentarios de repudio que apoyo a la iniciativa.
Entre esos comentarios de desaprobación se logra apreciar temor de la perdida de fuentes de trabajo. Sin embargo desde la organización argumentaron que solo están pidiendo una solución a los olores, lo que bien podría darse sin necesidad de retirar el emprendimiento ganadero de la jurisdicción municipal. Después de todo Inversora Juramento seguramente tiene más extensión en su campo y no necesariamente tendría que tener los animales sobre la ruta nacional 16.