El poder político y judicial anteño vuelve a estar bajo el ojo de la tormenta

- JUDICIALES

El poder político y judicial anteño vuelve a estar bajo el ojo de la tormenta
El poder político y judicial anteño vuelve a estar bajo el ojo de la tormenta

El ingeniero Moya denunció la sustracción de cuatro camiones cargados con maíz y soja. En Noche Buena un camión con dos hombres ingresó a la finca El Matalote, en El Quebrachal adentro, para robar una camionada de soja. El hecho fue denunciado por el ingeniero y pequeño productor Eduardo Moya ese mismo lunes 24 de diciembre, la Brigada de Investigaciones identificó a los delincuentes y expuso ante la Fiscalía Penal de Anta un informe detallado con lo sucedido y la gente implicada. Desde entonces hasta la fecha la causa sigue incierta, el fiscal penal Gonzalo Gómez Amado se excusó de la causa sosteniendo la figura de "enemistad manifiesta" con el doctor Diego Protti, abogado del pequeño productor víctima de un "hurto calificado".

En la sala de entrevista del diario El Tribuno, en la planta editorial de Limache, zona sur de esta ciudad, se hicieron presente el ingeniero Eduardo Moya y el letrado Diego Protti, quienes contaron cómo ocurrieron los hechos esa madrugada y expusieron mucha preocupación porque el tiempo pasa en un contexto de inacción judicial. "El día 23 al mediodía estuve en el campo, al salir dejé todo con candado y la gente que estaba conmigo se fue a trabajar a otros campos. Al otro día, a la madrugada, volví porque tenía que buscar más semillas y observé huellas de un camión que había ingresado al lugar. Fui hasta el fondo y me di conque sacaron la soja que estaba en un silo bolsa, se llevaron una camionada", contó el pequeño productor.

Las primeras sospechas fueron sobre alguien que conocía el lugar, realizó la denuncia y los policías y personal de investigación se trasladaron hasta la finca en cuestión. Allí se entrevistaron con el puestero del lugar, José Miguel Alsogaray, quien confesó que había recibido unos 5 mil pesos para abrir el portón y dejar pasar un camión. Según lo investigado luego, en el camión iban dos personas Guillermo Adrián Gómez, un changarín conocedor del campo, y el chofer, quien fue identificado como Taco Samana. "Además del hermoso tiempo que está pasando sin que nadie sea responsable de un hecho tan grave, aquí también hay que investigar y averiguar dónde fue a parar la soja sustraída en vísperas de Navidad", apuntó el doctor Protti.

Un campesino, cercano al ingeniero damnificado, aportó de manera extraoficial que vio cuando un camión con soja ingresaba a una empresa en General G�emes, uno de los datos que es motivo de investigación por parte de la Brigada. Según el doctor que representa al pequeño productor, el "informe de la Brigada es completo, allí se hace mención a un tal Gordo Ag�ero, sería la persona que mandó a los changarines a robar la soja". El letrado anteño sostuvo que "desde la Fiscalía solicitaron la detención de las personas con menos pesos, el changarín y el puestero, pero no del chofer y Ag�ero", en ese sentido el letrado no tiene dudas de que esas personas están vinculadas al poder político y judicial imperante en Anta.

- Grito de pequeños productores .

Moya presentó un descargo ante la Fiscalía donde solicita una respuesta.

“No soy un terrateniente, solo un pequeño productor agropecuario que religiosamente paga su impuestos y que se ha visto despojado de gran parte de mi cosecha por el accionar inescrupuloso de delincuentes”, escribió Moya en una solicitud donde reitera por segunda vez el pedido de detención de quienes fueron sindicados como los autores del delito por la Brigada de Investigaciones. “Es increíble que con pruebas contundentes como un informe oficial de los investigadores y hasta las propias declaraciones de dos de los involucrados -el changarín y el puestero-, la Justicia no haya actuado como debería”, agregó el ingeniero.

“Un departamento con una riqueza enorme como Anta solo necesita de inversiones para hacer efectiva esa riqueza y así crear fuentes de empleo para su gente. Inversiones que se realizarán solo si quienes estén en condiciones de hacerlo tienen la garantía de que el Poder Judicial protegerá sus derechos de propiedad de acuerdo a lo que manda la Constitución”, reza otro de los párrafos.

Moya explica que siendo un pequeño productor ni siquiera tiene campo propio, que tuvo que endeudarse para comprar la semilla que luego fuera robada sin escrúpulos por “delincuentes”. “Impunidad que desalentará no solo las futuras inversiones de este productor, sino de todos aquellos que estén en las mismas condiciones”, dijo, y agregó: “Muy pocos serán los que se animen a arriesgar su capital y esfuerzo sin la certeza de que su propiedad estará a asegurada por los poderes del Estado”.

FUENTE:EL TRIBUNO


Este artículo está optimizado para dispositivos móviles.
Leer Versión Completa