Primera Infancia y Unicef pondrán en marcha la implementación del programa Crianza Sin violencia

- SALTA

Primera Infancia y Unicef pondrán en marcha la implementación del programa Crianza Sin violencia
Primera Infancia y Unicef pondrán en marcha la implementación del programa Crianza Sin violencia

El próximo 30 de agosto inicia en la capital salteña. Es un ciclo de talleres de sensibilización y concientización abierto a toda la comunidad. El objetivo es desnaturalizar y erradicar las prácticas violentas.

“Poner límites sin usar golpes, gritos o insultos” y “fomentar el diálogo para resolver conflictos”, con estos mensajes el Ministerio de la Primera Infancia y Unicef pondrán en marcha la implementación del programa Crianza Sin violencia en la capital salteña. Será el próximo 30 de agosto, de 10 a 12, en el Centro Integrador Comunitario (CIC) “Carlos Xamena” del barrio Solidaridad. Los interesados en participar solo deben acercarse al CIC e inscribirse.

Especialistas de diferentes ramas trabajarán junto a los adultos responsables de la zona para transmitirles nuevas herramientas y conceptos de crianza y desarrollo humano. Recursos que les permitan acompañar y fortalecer el desarrollo integral de sus hijos durante sus primeros años de vida.  Según informes de la organización internacional, “en el Noroeste argentino casi 7 de cada 10 adultos reconoce utilizar para criar a sus hijos e hijas al menos un método de disciplina violenta, como la agresión verbal o el castigo físico”.

Según informó la directora del Programa de Centros de Primera Infancia de la provincia, Marcela Alracón, “Desde el 2016, el Gobierno de la Provincia de Salta, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y los municipios salteños, llevan adelante la campaña Crianza sin Violencia con el objetivo de promover entornos protectores y promover prácticas y hábitos saludables de convivencia entre las familias salteñas. Durante una primera etapa se formó y capacitó a todo el personal y las familias que ya asisten a los Centros de Primera Infancia. Este año la campaña extendió los ciclos de sensibilización y concientización a toda la comunidad”.

“Mejorar la comunicación familiar y ser un buen modelo a seguir”, son las recomendaciones fundamentales que orientan las jornadas. “Aunque la manera de criar a nuestros hijos ha mejorado en los últimos tiempos, muchas personas siguen creyendo que el castigo físico o la agresión verbal (gritos, insultos, humillaciones) son necesarios para la educación de los chicos, como si esta fuera la única forma de mostrar autoridad. Es importante entender que, al tratarlos de esta manera, estamos ejerciendo violencia hacia ellos”, aclaró Alarcón.

El material que recibe cada uno de los padres a lo largo de las jornadas también señala que también se ejerce violencia hacia los niños cuando despreciamos, desvalorizamos, amenazamos con abandonarlos o nos mostramos indiferentes frente a lo que hacen o dicen. “Estas acciones son muy graves y dañan la salud física y emocional de nuestros hijos. En muchos casos, provocan una escalada de violencia que resulta difícil de detener o revertir”, concluyó.

Según estudios de Unicef y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, en Argentina el 46,4% de los adultos reconoció utilizar la violencia física para criar a sus hijos e hijas, lo que demuestra que hay una fuerte naturalización de la violencia como forma de crianza. Es decir, que la violencia se ve como algo natural. “Si el uso de la violencia se vuelve habitual en la crianza, es imposible construir contextos libres de maltrato para los chicos y las chicas. necesario desnaturalizar la idea de que los golpes son una forma de enseñar algo positivo o que constituyen un “derecho de los padres y madres” frente al que no hay que intervenir”, señala la “Guía Práctica para evitar gritos, chirlos y estereotipos” de Unicef, publicada en octubre del 2017. 

Finalmente, la funcionaria salteña destacó que “Los chicos educados en contextos violentos pueden creer que la violencia es la única manera de vincularse con otros. Esto no puede ser así, la violencia es un flagelo que nos atraviesa a todos. Por eso debemos trabajar juntos para lograr erradicarla de nuestras prácticas cotidianas. Es nuestra obligación moral pensar en que familia, comunidad sociedad estamos construyendo con nuestras acciones diarias”.


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