La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) rescató a 94 empleados que trabajaban reducidos a servidumbre en tres campamentos de una finca dedicada al cultivo del poroto en El Quebrachal. Los trabajadores vivían en condiciones inhumanas, careciendo de todo tipo de seguridad e higiene.
Los trabajadores vivían en precarias carpas y en algunos casos debajo de lonas, prácticamente a la intemperie. No tenían colchones y estaban expuestos a las picaduras de insectos y alimañas. Carecían de agua potable y electricidad y no contaban con ningún tipo de servicio de primeros auxilios. Además, los alimentos eran suministrados por sus empleadores, quiénes luego se lo descontaban de sus haberes.
Los inspectores dieron aviso a las autoridades y presentaron la denuncia en la Fiscalía Federal de Orán, a cargo de José Luis Bruno para que se tomen las medidas correspondientes.
FUENTE:INFORMATE SALTA