Gerardo Orellana es oriundo de El Quebrachal, su pequeña hija está internada en el hospital Materno Infantil hace un año, fue diagnosticada con atrofia muscular espinal, una enfermedad genética. Su familia denunció que para poder realizar el traslado a la capital salteña tuvieron que pagar el combustible de la ambulancia.
“Tuve que poner de mi bolsillo para la nafta, cuando la trajeron grave al hospital. A la ambulancia la usa para salir de pesca y visitar parientes”,
La familia vive “arrimada” en la casa de familiares, hace 365 días que cuidan de la niña que posee un pronóstico reservado. “Sobrevive porque tiene una traqueotomía y se alimenta por un botón gástrico”, contó su papá.
A pesar de que reciben la donación de mercadería y algo de dinero de parientes, no pueden seguir costeando su estadía en la ciudad. “Es muy difícil vivir en el hospital,arrimado en la casa de familiares, sin trabajo. Golpee varias puertas pero ninguna se abrió”, sostuvo.
Ellos necesitan asistencia de la provincia y donaciones para poder seguir cuidando a su hija.  Tras la denuncia por el uso indebido de un vehículo público, aseguran que se abrió una investigación interna.